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Ciencia

¿Qué es la política científica

Es un hecho constatable que el concepto de política científica haya ido adquiriendo mayor importancia dentro de la gestión política actual de un gran número de países en los últimos años. La gran mayoría de los gobernantes no quieren quedarse atrás en cuanto a avances científicos y técnicos, y es por eso por lo que cada vez más se tiene mayor conciencia sobre la importancia de implementar I+D en materia política para conseguir así mejorar la calidad de vida de las personas.

Pero, ¿qué es la política científica y por qué se valora cada vez más dentro de las campañas políticas de partidos de ideologías diferentes entre sí? Está claro que el ciudadano medio cada vez está más informado y tiene cierta idea sobre cómo gestionar la tecnología y la ciencia para hacernos la vida más fácil y lograr así que la sociedad avance en una misma dirección. Es por ello que cada vez sabemos valorar más positivamente los planes de ingeniería, ciencia y tecnología. Todos queremos dejar un mundo mejor a nuestros hijos, y aunque estos propósitos suelen ser a largo plazo, consiguen despertar el entusiasmo de los votantes, que no dejan de darle la importancia que se merece.

Se ha comprobado que hay países centrados en impulsar un tipo de política científica, por ejemplo la investigación y desarrollo de energías renovables, dando prioridad a la ciencia por encima de otros ámbitos como puede ser la economía. Esto aporta muchos beneficios al país en cuestión, como infraestructuras capaces de equipararles al frente de las mayores potencias mundiales. Incluso políticos que no cuentan con una formación científica como base, intentan potenciar cada vez más la política científica, conocedores de la importancia que esta tiene para su hoja de ruta. Y es aquí donde el papel del asesor político ha ido cambiando hasta convertirse en todo un experto en la materia.

Cabe destacar como gran impulsora de la política científica la enorme divulgación científica presente en nuestra sociedad actual. Desde revistas especializadas hasta programas de entretenimiento con temática científica como eje central, existe un amplio abanico en el que el ciudadano es capaz de valorar los avances científicos sean cuales sean sus conocimientos al respecto. Cualquier persona sabe valorar hoy día la importancia de una buena infraestructura que le permita viajar largas distancias en el menor tiempo posible, por lo que ya nadie pone el grito en el cielo al descubrir las enormes inversiones de dinero que se manejan para poder llevarlas a cabo.

Cierto es que a España le queda un largo camino por recorrer al respecto, pero los avances en energías renovables e infraestructuras de los últimos años indican que se están realizando los pasos correctos para llegar algún día a equipararnos con políticas extranjeras ambiciosas y punteras en el ámbito de la tecnología. Esta es, sin duda, una dirección a tomar en la que nuestros científicos e ingenieros tienen mucho que aportar y muchas ideas que compartir con el resto del mundo, logrando así metas impensables hace tan solo unos pocos años.

Abogados

Asesoramiento jurídico para políticos

Vivimos tiempos convulsos en la política española. Después de todos los casos de corrupción que van apareciendo a lo largo y ancho del país, parece que el cohecho, la malversación de fondos y otras lindezas afectan a todos los partidos políticos. Aparentemente, nadie está libre de pecado, así que es de vital importancia que tanto políticos como partidos cuenten con un buen asesoramiento jurídico de cara a posibles demandas.

Existen empresas con mucha experiencia y pericia a la hora de defender casos de todo tipo. La presunción de inocencia debe reinar siempre y por eso no estamos de acuerdo con los juicios públicos que se hacen habitualmente. La prensa es consciente de que los escándalos venden y para ello son capaces de convertir en carne fresca para los leones cualquier indicio de corrupción. También es sabido que ha habido unos años en los que la excepción era encontrar un político honrado que no hubiera intentado aprovecharse de su cargo en beneficio propio, pero tampoco podemos sentenciar que todos los casos sean iguales y que paguen justos por pecadores.

De todos modos, a pesar del número de imputados que pueda tener un partido, parece que eso no tiene consecuencias en el sistema político español. Sí que es cierto que se destapan un gran número de casos que van a juicio, pero por una razón o por otra, no les termina de pasar factura y pueden continuar en sus cargos o son relegados de sus funciones políticas pero contratados por una gran empresa.

Un buen asesoramiento que defienda los derechos de los políticos es primordial para que en este ámbito se pueda trabajar con garantías. Es un empleo sujeto a mucha presión y la responsabilidad es enorme, de manera que hay que intentar dotar del mejor ambiente posible para poder desempeñar el trabajo sin problemas. El rigor que requiere un abogado en estos casos es extremadamente importante, así que es primordial con una preparación específica y prácticamente exclusiva en este sector para ofrecer los servicios más personalizados posibles.

Esta profesión ha sido muy vilipendiada socialmente en los últimos años. Lo cierto es que algunos políticos han hecho lo suficiente para merecerlo. Sin embargo, por una razón o por otra, el castigo que han sufrido los partidos políticos más implicados en la corrupción han sido más castigados en las redes sociales y en la barra del bar que en las urnas, porque los resultados electorales siguen premiando a los de siempre. Quizá el cambio que necesita el país sea de corte más estructural, ya que parece que ideológicamente hay una gran parte de la sociedad que no está dispuesta a renunciar a sus principios a pesar de todos los delitos cometidos.

Tanto si se quiere defender a un político como si simplemente requiere un asesoramiento sobre diferentes situaciones, contar con un asesoramiento jurídico de confianza es primordial para ejercer su trabajo en condiciones, y para ello los partidos políticos deben asegurarse de contratar profesionales que velen por los derechos tanto de sus trabajadores como de las instituciones en sí mismas.